Si cuando entras en una tienda eres de los que les gusta todo, o eres de los que les da fijación por un producto y hasta que no lo tienes no descansas en paz... entonces estos consejos te van a servir y mantendrán tu cartera más llena de dinero de lo que nunca la has visto.
- Primero de todo:¡Piensa!.¡No quemes tu dinero!. Sólo tienes que preguntarte: ¿Realmente lo necesito?. Si crees que lo necesitas, ¿para qué lo vas a necesitar?. Tenlo muy claro, porque luego lo más probable es que acabe guardado en cualquier sitio sin darle uso.
- No pagues con tarjeta, porque parecerá como si no hubiéras pagado por el producto. Paga en efectivo. Eso hará que tu mente te diga: "Quieto, que esto vale un dinero".
- No pagues a plazos...¿Tú te crees que el crédito lo inventaron los bancos y los negociantes para hacerte un favor?. ¡Que no!. Pagarás más de lo que el producto cuesta sólo en intereses y encima todos los meses una facturita más. ¿Por qué vas a pagar más de lo que dice la etiqueta del precio?.
- Controla y suma (porque si no sumas no vas a verlo), todos tus gastos. Porque si no lo haces, trabajarás sólo para pagar facturas o peor aún, el coche nuevo a otro.(Esto sí que no). Hazme caso, lleva una pequeña contabilidad de tus ingresos y tus gastos. Igual hasta puedes ahorrar algo y tener un buen "colchón" por si las circunstancias se ponen feas o te llega un gasto imprevisto.
- La compra es un acto impulsivo, así que controla tus emociones. Porque lo que compres lo vas a pagar, más tarde o más temprano. Recuerda que el placer de comprar, se pasa cuando llegas a casa y dices: "Joder, con lo que he gastado tiene la economía para funcionar un año". Es ahí donde el dolor se hace más agudo...aunque siempre puedes devolverlo todo.
