Es un secreto a voces entre las mujeres que se prostituyen y
las ONG cuyo fin es ayudarlas en la calle. Cada vez es mayor el número de mujeres que se ven obligadas a ganarse la vida ejerciendo la prostitución. Una solución a la que deciden optar desde las amas de casa a todo tipo de profesionales como camareras, administrativas o licenciadas. Médicos del Mundo confirma que la crisis actual ha incrementado el número de prostitutas un 15 % sólo en la provincia de Madrid.
Convertirse en meretriz también se usa como vía de escape de muchas universitarias que necesitan dinero para costearse los estudios. "Hace bastante tiempo que recibo muchas consultas de mujeres jóvenes que quieren introducirse en este mundo debido a que a sus padres les es imposible ayudarlas. Otras, incluso con el fin de sustentar a sus familias", Concha Borrel, presidenta de la Asociación de Profesionales del Sexo.
"Entre nosotras hay entre 20 y 30 universitarias apuntadas. Hace unos años apenas
eran dos o tres", señaló una popular agencia de prostitutass online.
Sofía, Ana y Laia
Habían despedido a su padre del trabajo cuando ella llevaba sólo 6 meses en la Universidad. "En realidad llevaba casi dos años sin trabajo. Me
lo contaron porque no podían pagarme el alquiler del piso", explica Sofía, una joven madrileña de 25 años. Tal imprevisto, la forzó a encontrar una solución: "Trabajé de camarera,
repartidora, dando clases... Yo necesitaba más dinero. Tenía que pagar
matrícula, piso, libros, comida, ayudar a mis padres y la casera no me
fiaba un mes más".
Actualmente puede estudiar y pagar la hipoteca de la casa de su familia. Por su propia iniciativa, una noche se decidió a dar el paso. "Me acerqué a una agencia y me hicieron unas fotos.
A los dos días se comunicaron conmigo para informarme que si quería hacer un servicio
y dije que sí", recuerda esta joven de 25 años. Desde ese momento, hace ya casi un año, realiza unos cuatro o cinco servicios a la
semana. Unos 3.000 euros mensuales. Sofía confiesa
que ese no es su verdadero nombre. "Mi familia cree que estoy en una discoteca
cara de Madrid.Lo cierto es que si se huelen algo parecen no querer preguntar. Yo también lo prefiero así. Cuando acabe mis estudios y
encuentre trabajo haré como si esto nunca hubiera pasado".
"Me llaman destrozados"
Algo parecido le sucede a Ana, una joven sevillana. Ella también ejerce la prostitución a espaldas de su familia.
Sus padres dejaron de poder mantenerla completamente porque las cosas les iban mal y optó por prostituirse. Antes estuvo en varios trabajos, pero
los terminó dejando. "Estaba cansada de pagar matrícula, piso... y
suspender porque no tenía tiempo para estudiar".
Ana se prostituye desde hace dos años y cree que cuando termine la carrera le costará mucho dejarlo. Comenta que a causa de la crisis los trabajos están malamente remunerados y que ella gana 2.000 euros sin mucho esfuerzo.
Lo que más le aterroriza es que se enteren sus padres. "Creo que no me lo perdonarían. Ellos me llaman a veces para saber si necesito
algo y yo les miento. Les digo que voy tirando, que me han subido un
poquito el sueldo o que he dado unas clases particulares extra".
Laia Ramos es muy clara. Laia es de Barcelona y lleva más de un año trabajando de scort
(acompañante remunerada). Cansada de vivir con la minucia de sueldo que cobraba como cajera decidió prostituirse. "Al principio compaginé el
trabajo en el súper y el de scort, pero pronto me di cuenta que no compensaba". Laia quiere terminar sus estudios, aunque reconoce que no cree que deje la prostitución.
No sólo las mujeres han tenido que verse forzadas a ejercer la prostitución a causa de la situación actual. También algunos hombres. "Es una pena. A la mayoría de ellos no les gustan los hombres
y lo hacen porque deben mantener a su familia. Me llaman
destrozados. Se desahogan conmigo porque no se lo cuentan a nadie",
confiesa Concha Borrel.
¿Cuántas prostitutas hay?
Varios estudios muestran que hay una cantidad de prostitutas que oscila entre las 300.000 y las 400.000.
Las primeras informaciones con estas cifras datan ya de 1997. Hoy día es complicado saber el número real y diferenciar entre mujeres que ejercen por necesidad la prostitución y las que lo hacen forzosamente. La Guardia
Civil realiza estudios de mujeres que trabajan en clubes de carretera,
entre 15.000 y 20.000; y el último informe del Defensor del Pueblo (presentado hace una semanas) cifra en 14.000 las mujeres forzadas. En cuando a los grupos organizados que se dedican a la prostitución, en 2010 se desarticularon 17 y en 2011, 35.
Via 20minutos.es
