Otitis media, síntomas y tratamiento en niños


otitis media


   Una otitis media es un proceso inflamatorio que afecta al oído medio -la cavidad que queda entre el tímpano y el oído interno- por cuya causa se produce la acumulación de líquido en dicha cavidad. Dependiendo de las características de este líquido, la otitis media se clasifica en: 

  Otitis media mucoide : si el líquido es moco. 
  Otitis media purulenta: si es pus 
  Otitis media serosa: si el líquido es agua.

Síntomas comunes de la otitis media

   Dependiendo del tipo de otitis, se presentarán diveros síntomas. Por ejemplo: Si nos encontramos ante una otitis media serosa, lo más probable es que el niño no presente ninguna sintomatología, el cuadro desaparezca y sea catalogada como un catarro nasal. Menos del 15% de lo niños con otitis media serosa presentan pérdida de audición. Si la otitis es mucoide, suele producirse la pérdida temporal de audición como síntoma más evidente. Si la otitis es aguda, se presenta el dolor del oído, la fiebre y la pérdida de audición.

Formas de diagnosticar una otitis media


   En un niño con catarro nasal que presenta pérdida de audición debe realizarse una otoscopia (exploración del oído) que nos muestra un oído como moco claro o con color parecido a la miel. Si es una otitis media, entonces nos encontraremos con un tímpano rojo. Existe una prueba denominada timpanometría que nos confirma el diagnóstico.

Tratamiento de la otitis media


   Una otitis media serosa, sin síntomas de pérdida de audición, se cura sin tratamiento en el 90% de los casos en tres meses. Si la otitis media produce pérdida de audición o dolor, entonces es necesario un tratamiento antibiótico.

Cuándo es necesario operar


   Cuando nos encontramos con una otitis media que produce pérdida de audición y no se cura en tres meses. También es conveniente operar cuando se producen otitis medias agudas recurrentes (más de tres en seis meses), y el tratamiento con antibióticos no ha funcionado.

¿En qué consiste la operación?


   Básicamente en la incisión del tímpano, se extrae el moco con un aspirador y se coloca en el tímpano un drenaje. Este procedimiento se acompaña de la extirpación de las vegetaciones , para así permitir un mejor funcionamiento de la trompa de Eustaquio, consiguiendo una buena ventilación del oído medio. El procedimiento se realiza con anestesia general. 
    Se recomienda no operar a niños menores de dos años a no ser que sea preciso. Cuanto más pequeños son los niños operados existen más posibilidades de tener que volver a realizar el procedimiento por una recaída.
Wikipedia

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